Uso del −no: la mente no registra el no y, por lo tanto, nos boicoteamos al plantearnos objetivos como −no quiero comer chocolate; la imagen del chocolate aparece en la mente y entonces te apetece comer chocolate; −quiero comer fruta sería una frase que te ayudaría mucho más a conseguir tus metas.
−Mañana: debemos plantear nuestros propósitos a partir de una fecha concreta. −Mañana no está en el calendario y confunde a la mente.
−Un día de estos ocurre lo mismo que al decir mañana. Decir −un día de estos, −la próxima semana, es un mensaje demasiado ambiguo para la mente. Es mucho más útil fijar una fecha concreta, como el domingo 1 de febrero.
−Tengo que: generalmente asociamos estas palabras con acciones o tareas que nos disgustan y que no nos apetecen ejemplo: −tengo que ir al gimnasio, −tengo que limpiar la casa, pero no decimos −tengo que ir de vacaciones (a menos que no te apetezca hacerlo). −Tengo que implica una carga y una obligación, por lo tanto hay que evitarlo en el planteamiento de objetivos.
−Sí, pero: esta expresión condiciona la posibilidad de conquistar la meta. El −pero es una palabra que borra la primera parte del enunciado, ej.: −quiero ir a renovar el DNI, pero me da mucha pereza, −tengo que ir al teatro, pero me aburre, −te ayudo, pero mañana, −tengo que ir a la escuela, pero no me encuentro con energía. Con lo que se queda la mente es con la pereza, el aburrimiento, o la falta de energía, lo convierte en una orden y el objetivo se elimina y no habrá manera de tener recursos para la acción.
Creencia limitante: suelen vienen acompañadas de un −no puedo u otras palabras que denotan incapacidad o que sucederá algo negativo si lo hago; ej.: −no puedo ser ordenada, −soy incapaz de bajar de peso, toda mi familia es gorda o −no salgo de noche porque es peligroso.