Uso del −no: la mente no registra el no y, por lo tanto, nos boicoteamos al plantearnos objetivos como −no quiero comer chocolate; la imagen del chocolate aparece en la mente y entonces te apetece comer chocolate; −quiero comer fruta sería una frase que te ayudaría mucho más a conseguir tus metas.
−Mañana: debemos plantear nuestros propósitos a partir de una fecha concreta. −Mañana no está en el calendario y confunde a la mente.
−Un día de estos ocurre lo mismo que al decir mañana. Decir −un día de estos, −la próxima semana, es un mensaje demasiado ambiguo para la mente. Es mucho más útil fijar una fecha concreta, como el domingo 1 de febrero.
−Tengo que: generalmente asociamos estas palabras con acciones o tareas que nos disgustan y que no nos apetecen ejemplo: −tengo que ir al gimnasio, −tengo que limpiar la casa, pero no decimos −tengo que ir de vacaciones (a menos que no te apetezca hacerlo). −Tengo que implica una carga y una obligación, por lo tanto hay que evitarlo en el planteamiento de objetivos.
−Sí, pero: esta expresión condiciona la posibilidad de conquistar la meta. El −pero es una palabra que borra la primera parte del enunciado, ej.: −quiero ir a renovar el DNI, pero me da mucha pereza, −tengo que ir al teatro, pero me aburre, −te ayudo, pero mañana, −tengo que ir a la escuela, pero no me encuentro con energía. Con lo que se queda la mente es con la pereza, el aburrimiento, o la falta de energía, lo convierte en una orden y el objetivo se elimina y no habrá manera de tener recursos para la acción.
Creencia limitante: suelen vienen acompañadas de un −no puedo u otras palabras que denotan incapacidad o que sucederá algo negativo si lo hago; ej.: −no puedo ser ordenada, −soy incapaz de bajar de peso, toda mi familia es gorda o −no salgo de noche porque es peligroso.
Cuando alguien se disponga a contarnos algún chisme de otra persona, os recomiendo aplicar la prueba de los tres filtros, la cual se le atribuye a Sócrates.
En el último post escribimos sobre la importancia de aprender a calmar los pensamientos y de conectar con el ahora. La práctica del mindfulness nos puede ser muy útil para ello.
Aunque parezca mentira, tenemos cada día entre cuarenta mil y sesenta mil pensamientos, de los cuales el 97% son los mismos que los del día anterior.
Creemos que a nuestra mente la gobernamos nosotros pero, en la mayoría de los casos, no es del todo cierto. Si pudieras imprimir y revisar lo que has pensado en un día, te darías cuenta que la mayoría de los pensamientos que has tenido, se han originado con independencia de tu voluntad (de un modo automático) y que no han sido útiles.
Otro de los principios de la Programación Neurolingüística es: “Todo el mundo vive en su modelo personal”. Si tenemos en cuenta este enfoque conseguiremos mejorar nuestras relaciones con los demás.
Cuando un gato se cae, se deja llevar. Se relaja completamente y aterriza ligeramente sobre el suelo.
Uno de los principios de la Programación Neurolingüística es: “El mapa no es el territorio”. Si aplicamos este principio a nuestra vida conseguiremos mantener nuestros valores respetando los de los demás.