Mucha gente dice que ir al psicólogo es cosa de locos, pero la verdadera locura es no hacer nada cuando no estás bien. La inestabilidad emocional no es algo privativo de unos pocos, sino de todos nosotros, dependiendo del momento en el que estemos.
¿Qué hacemos los psicólogos? Los psicólogos no damos recetas mágicas para la vida, pero sí que podemos ayudar a que las personas se entiendan a sí mismos y a que aprendan a tomar sus propias decisiones.
Los psicólogos no podemos predecir cómo será el futuro de nadie, pero sí que podemos afirmar que, con voluntad y sinceridad, se pueden conseguir grandes cambios. Hay que querer y hay que creer para realizar una terapia seria y productiva.
Un psicólogo no es un amigo, ni un cura, ni un padre. La relación con un terapeuta es la única que busca que tú crezcas adecuadamente porque el psicólogo no tiene un interés especial en que seas de una manera o de otra o te comportes de algún modo especial, sino que seas la mejor versión de ti mismo.
Si tuviera que recomendar a un amigo a qué psicólogo ir, lo primero que le diría es que se asegure que tiene la titulación adecuada para ejercer como terapeuta, que se sienta cercano a esa persona y que guarde a rajatabla el secreto profesional. Los psicólogos debemos salvaguardar tanto la identidad de los pacientes como el contenido de las sesiones. En nuestra consulta de Tarragona cumplimos absolutamente con todas las obligaciones que establece la Ley de protección de datos.
Hay momentos en la vida en que no necesitas ni consejos, ni buenas intenciones, lo que necesitas en profundizar en ti, conocerte mejor, cambiar, mejorar. Los psicólogos no podemos garantizar la felicidad, nuestro objetivo es que las personas que acuden a terapia vivan mejor cada momento, a cada paso, porque la felicidad no es un destino, es una forma de recorrer un camino.
¿Te ayuda este pensamiento a conseguir tus objetivos y a solucionar tu problema?
Los pensamientos afectan a nuestras emociones. Así que si tenemos pensamientos negativos nuestras emociones serán negativas.
La primera fase en la pareja se llama enamoramiento. Es un estado mental alterado en el cual la realidad es sustituida por una total idealización de la otra persona. No vemos a la otra persona tal como es, sino como anhelamos y esperamos que sea. En esta fase se dispara la producción de ciertas sustancias químicas cerebrales, que generan atracción y un deseo irrefrenable de estar con esa persona. La mayoría de las veces el enamoramiento significa: “Veo poco lo que en realidad eres, y veo mucho lo que en realidad deseo ver”.
Uso del −no: la mente no registra el no y, por lo tanto, nos boicoteamos al plantearnos objetivos como −no quiero comer chocolate; la imagen del chocolate aparece en la mente y entonces te apetece comer chocolate; −quiero comer fruta sería una frase que te ayudaría mucho más a conseguir tus metas.
Creemos que a nuestra mente la gobernamos nosotros pero, en la mayoría de los casos, no es del todo cierto. Si pudieras imprimir y revisar lo que has pensado en un día, te darías cuenta que la mayoría de los pensamientos que has tenido, se han originado con independencia de tu voluntad (de un modo automático) y que no han sido útiles.
Otro de los principios de la Programación Neurolingüística es: “Todo el mundo vive en su modelo personal”. Si tenemos en cuenta este enfoque conseguiremos mejorar nuestras relaciones con los demás.
Uno de los principios de la Programación Neurolingüística es: “El mapa no es el territorio”. Si aplicamos este principio a nuestra vida conseguiremos mantener nuestros valores respetando los de los demás.